viernes, 17 de febrero de 2012

Series infantiles

En estos últimos días he tenido la oportunidad de recordar varias series que marcaron mi infancia; cada una a su manera tuvo su influencia en mí.

Recuerdo levantarme todas las mañanas a ver Dragon Ball y flipar en colores con cada onda vital. ¡Quién fuera Goku y pudiera cargarse a los malos!

Chicho Terremoto era una de las más graciosas. Me hacía una gracia increíble la cara que ponía cuando veía las braguitas de Rosa.

Oliver y Benji me emocionaban; el desarrollo de cada partido hacía que tuviera un nudo en el estómago esperando que ganara el equipo de Oliver Atom.

Con Heidi lloré cuando se la llevaron a Frankfurt separándola de su abuelo. Lloré también cuando se murió el burrito de Marco.

Pippi Langstrumpf me hizo soñar con la libertad de tener una casa para mí sola en la que llenar todo el suelo de galletas recién horneadas. ¡Además tenía monedas de oro que todo lo pagaban y le seguían sobrando!

Punky Brewster me parecía una niña muy especial y me encantaba la independencia que mostraba al ir con una zapatilla de cada color y con cintas de colores en el pelo... ¡No le importaba lo que pudieran pensar de ella!

Los Pitufos me hacían reír y no podía evitar mirar a Gargamel con un poco de miedo... ¡Era demasiado malvado!

Los Mummins también me gustaban, eran unos ¿hipopótamos? muy dicharacheros que se unían en contra de ¿la nube malvada?. Tengo pendiente ir a visitar la "Ciudad Mummin" en Finlandia. ¡Algún día!

Los Gnomos también tenían su encanto. Recuerdo la relación de esos personajitos con los animales, cómo se ayudaban entre sí cuando estaban en apuros.


Y seguramente si sigo pensando recordaré más dibus que me permitieron evadirme en mi infancia...

5 comentarios:

  1. Vaya, cuantas veces habré hablado sobre este tema con mis amigas, sobre todo comparando lo que tuvimos nosotras y lo que tienen ahora los niños.

    Yo fui niña Heidi desde que tuve uso de razón hasta mi primer curso de primaria. Todo el santo día viéndolo -mi madre me lo grabó en cinta-. Después fui niña Oliver y Benji y sigo siéndolo -ahí fui yo la que grabó TODOS los capítulos, me los sabía de memoria y no me cansaba de verles no llegar en tropecientos capítulos a la portería contraria-. Que decir de Bola de Dragón, la serie Z es mi favorita, y de igual modo que en Oliver y Benji, tampoco me cansaba con sus combates interminables.

    Pasé por La vuelta al mundo en 80 días, Los trotamúsicos, D´Artagnan y los mosqueperros, Chicho Terremoto, Sailor Moon, Pokemon, Digimon... y mil series más. David el Gnomo fue la primera serie que vi hasta el final -ver como David y Lisa se convertían en árboles en aquel capítulo fue casi un trauma, como lloré-, seguida de Marco, que no me gustaba del todo pero que vi hasta el final. Sin embargo, no fui niña Punky Brewster ni Pippi Calzaslargas -no me gustaba nada ninguna de las dos-, Los pitufos los veía muy de vez en cuando, y no sé nada de los Mummins. Pero anda que no hay series memorables de nuestra infancia. Muchas veces pienso en lo que yo veía cuando era pequeña al curiosear ahora el canal infantil y me deprimo. ¿A quién le importa Bobo Esponja teniendo lo que tuvimos nosotros?

    Un abrazo, Luchida ^3^

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  2. 1-Me acuerdo a full de Heidi! :)

    2-"me hizo soñar con la libertad de tener una casa para mí sola en la que llenar todo el suelo de galletas recién horneadas" sos una dulce Luchida!!!!

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  3. el punto 2 x Pippi Langstrumpf que no la he visto

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  4. ¡Qué razón tienes Luchida!
    Heidi, Pippi, Marcos, y una larga lista de aquellos dibujos que tantas emociones nos hacían sentir...
    un besito!

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  5. Madre mía todo lo que ha llovido desde esos dibujos!!!!jajaja Heidi y Marco me marcaron mucho,que bonitos, jaja. "La historia interminable" también me dejó muy marcada jaja.Qué tiempos!!!!

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